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Cooperación y Gestión Cultural en el SENA

La cooperación cultural encierra una gran cantidad de facetas. Son ámbitos tan variados como la movilidad y circulación de bienes y servicios, el fortalecimiento de la identidad cultural, la protección de la diversidad cultural y las lenguas minoritarias.

Asimismo, el fortalecimiento de los proyectos artísticos y culturales y del espacio cultural de profesionales, ideas y proyectos, el apoyo a las Artes, la promoción del diálogo intercultural, la educación y la integración y cohesión social.

Los canales para el desarrollo de la cooperación cultural en Iberoamérica, son cada vez más amplios y extensos y provienen cada vez de ámbitos cada vez más diversos y múltiples.

Por otra parte, la cooperación cultural se desarrolla en los habituales canales diplomáticos tradicionales vinculados a las relaciones entre los sectores nacionales gubernamentales y públicos.

El curso de Cooperación cultural,  te prepara con el objetivo de formarte en la gestión y realización de proyectos de cooperación cultural, teniendo como objetivo descifrar  los tipos de cooperación existentes en profundidad, analizando casos reales de cooperación cultural e identificando  los sectores de intervención cultural.

Conoce la Labor institucional

Los programas  de cooperación cultural,  son generados de las Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno y mediante la labor de instituciones que asumen de manera formal o informal el trabajo de artistas, proyectos, grupos o institucionales culturales, redes y asociaciones o actividades y proyectos.

En especial aquellos que se manifiestan a través de las industrias culturales, fundamentales medios audiovisuales e industrias de la música.

Los efectos del acceso a las nuevas formas de comunicación y las nuevas tecnologías han propiciado la aparición de redes de intercambio y nuevas formas de participación de la sociedad civil.

Han ayudado a generar espacios de intenso intercambio de experiencias, de especialización de contenidos y abundancia de las relaciones institucionales y profesionales, que conforman un panorama complejo y rico en matices y desafíos.

Así, las relaciones culturales implican, efectivamente, cada vez más a un número creciente de actores y sectores, que se unen para producir, difundir, intercambiar, o simplemente compartir o contrastar sus propuestas.

Capacidad financiera

Es cierto que la asimétrica capacidad financiera y de organización entre los países, el flujo de relaciones ha privilegiado la difusión de la cultura de los países desarrollados entre ellos.

Es cierto que organismos internacionales y programas de cooperación, están centrando sus objetivos en cooperación cultural en avanzar en una estrategia en la que confluyan distintas modalidades que van desde la cooperación horizontal a la de otra en la que confluyen programas en la que participan organizaciones de variada composición.

Así, aparece en lugar preferente la acción que corresponde a la cooperación al desarrollo que ha ido transformándose paulatinamente, incorporando la cultura como uno de los ejes básicos del desarrollo.

Este proceso se ha enfocado hacia la definición de nuevas estrategias y hacia la entrada de nuevos actores, tanto públicos como privados.

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